Diego Schwartzman, entre el yoga y los libros para terminar el colegio: “Será divertida la vuelta, esperemos no errarle a la pelota”



Sin viajes ni competencias, con entrenamientos un poco diferentes a los que está acostumbrado y sin tocar una raqueta desde hace un par de meses, Diego Schwartzman, como la inmensa mayoría de los tenistas profesionales, está viviendo un primer semestre de temporada atípico por la pandemia de coronavirus​. Pesimista hasta hace unas semanas, el argentino hoy se ilusiona con la idea de que tal vez podrá volver a jugar un torneo en este 2020, aunque no se anima a pronosticar qué nivel de tenis se podrá ver en el regreso.

"La verdad, no sé. (Ríe). Va a ser divertida la vuelta al tenis. Esperemos no errarle a la pelota", reflexiona, relajado, en charla con Clarín. Y continúa: "Creo que es fundamental mantener el estado físico aunque sea en tu casa o donde puedas. Y mantener la cabeza también, para estar listo para volver a la rutina y a los viajes después de tantos meses. Hay que estar preparado en el día a día y no tomarse este parate como unas vacaciones. Todo sumará para el regreso".

-¿A quiénes les costará más la vuelta? ¿A los jugadores más jóvenes, que seguramente tendrán menos problemas para mantener o recuperar el estado físico? ¿O a los más veteranos, con más años de experiencia?

-Creo dependerá de cada uno. Los más grandes tienen la suficiente experiencia para saber cómo manejarse en situaciones de este tipo, que muchas veces los más jóvenes no tienen. Además, había muchos jóvenes que estaban pasando un momento espectacular y esto te puede llegar a cortar el ritmo, y no es fácil recuperarlo. También, a los grandes, quizás estas 'vacaciones' del tenis en sus casas y con sus familias les den un poco más de aire para estirar sus carreras. Es un poco relativo y depende de la vuelta, porque no sabemos qué va a pasar a la vuelta. Es más una pregunta que vamos a poder responder cuando se reanude el tenis.

La ATP extendió la semana pasada la suspensión del circuito hasta finales de julio y fijó como punto de reanudación el Abierto de Washington, que arrancaría el 2 de agosto. Aunque hay muchos que aseguran que la temporada 2020 se terminará cancelando y el tenis no volverá hasta 2021. Schwartzman coincidía hasta hace poco con ese segundo grupo, pero ya empezó a ver la luz al final del túnel.

"Yo tenía una mirada negativa hasta hace un par de semanas porque veía que la situación en el mundo no mejoraba mucho. La gran mayoría de países estaba en una cuarentena bien cerrada, sin permitir prácticamente nada y por eso no creía que se iba a poder volver a jugar este año. Pero en los últimos diez o quince días, en muchos lugares del mundo empezaron a abrir las cuarentenas poco a poco y está comenzando a normalizarse todo. Ahora veo un panorama un poco mejor que quizás permita que se jueguen aunque sea un par de torneos esta temporada", reflexiona el número 13 del mundo.

Para el Peque, la cuarentena comenzó unos diez días antes que para el resto de los argentinos. Él había viajado a principios de marzo a Estados Unidos para disputar el Masters 1.000 de Indian Wells, que iba a marcar su regreso tras recuperarse del desgarro en el aductor izquierdo que lo había forzado a retirarse en Buenos Aires.

Luego de la suspensión del certamen -el primero del calendario que no se jugó por el COVID-19-, volvió al país y cumplió con el aislamiento obligatorio por el viaje al exterior, que se extendió luego por las medidas tomadas por el gobierno nacional. Y aunque ya no volvió a competir, no se relajó. 

"Hay momentos en los que digo 'Qué bueno que por esto que está pasando puedo disfrutar de un montón de cosas que nunca había podido disfrutar así, mi casa, mi familia, mi novia, mis perros...'", cuenta Schwartzman. 
"Hay momentos en los que digo 'Qué bueno que por esto que está pasando puedo disfrutar de un montón de cosas que nunca había podido disfrutar así, mi casa, mi familia, mi novia, mis perros...'", cuenta Schwartzman. 
"Estoy con ejercicios físicos desde que empecé la cuarentena. A los tres o cuatro días empecé a entrenar, aunque el tenis todavía estaba en una circunstancia en la que no había ni siquiera una fecha tentativa de comienzo. En mi casa tengo todo para entrenar, entonces la rutina física la sigo manteniendo casi al cien por ciento, salvo algunos detalles que no puedo hacer. Y agregué bastante yoga, un poco de elongación y ejercicios de meditación", revela.

Y agrega: "Pero ya no pude entrenar más el tenis. Lo único que hago es movimientos en casa con la raqueta, pero todo de movilidad física y pegándole al aire. Nada más".

-Hay algunos jugadores que están disfrutando este "descanso" obligado y otros que no ven la hora de volver. ¿Vos cómo lo estás llevando?

-Es un mix. Porque hay momentos en los que digo 'Qué bueno que por esto que está pasando puedo disfrutar de un montón de cosas que nunca había podido disfrutar así, mi casa, mi familia, mi novia, mis perros...' Pero al mismo tiempo, no puedo salir y hay gente, como mis amigos y mi sobrino, con los que normalmente me reúno siempre cuando estoy en Argentina pero que ahora no veo desde hace 60 días. Entonces deja de ser disfrutable en un momento y pasa a ser un encierro que trato de pasar como puedo. Tenemos altibajos como todos.


Aunque no dejó nunca de entrenar, la cuarentena le dejó a Schwartzman más tiempo libre que de costumbre y él aprovechó para "hacer un montón de cosas que normalmente no puedo hacer".¿Por ejemplo?

"Tratar de leer un poco más y también de cocinar más. A mí siempre me gustó mucho la cocina y en esta cuarentena pude cocinar bastante y practicar", comenta el argentino, que incluso se animó a agarrar otra vez los libros.

"Yo no terminé el colegio, me quedaron unas diez o trece materias, como un año y medio. Así que arranqué de vuelta y lo estoy terminando", cuenta. Y agrega: "También pude participar de algunos eventos benéficos, otra cosa que me hubiera gustado hacer más antes y por el tiempo no pude".

Se refiere, por ejemplo, a la ChamPlay Solidaria un torneo de FIFA20 que organizó con Paulo Dybala y que contó con la participación de grandes estrellas del mundo del deporte como Leandro Paredes, Sergio Agüero, Facundo Campazzo, el austríaco Dominic Thiem, el mexicano Chicharito Hernández y el colombiano James Rodríguez. 

"La verdad salió increíble. Entre él y yo pudimos convocar a personas muy conocidas nivel mundial que se prendieron. Fue también en un momento en que la gente estaba aburrida en la casa y no sabía bien qué hacer. Transmitimos los partidos de Play que solemos jugar nosotros para divertirnos y pudimos sumar empresas y un montón de gente que fue donando. Fue espectacular y pudimos juntar 275 mil dólares para la Cruz Roja", recuerda.


Y reconoce que también disfrutó poder disputar el torneo virtual que organizó el Masters de Madrid, suspendido por el coronavirus. "Fue raro y un poco atípico, pero muy divertido, lo pasamos bien. Y ese torneo repartió también premios a los que fueron avanzando de ronda, que yo voy a donar también", afirmó.

Todas esas actividades lo ayudaron a distraerse en los momentos en los que extrañaba la competencia, los viajes y la vida frenética del circuito a la que está acostumbrado y a la que espera volver en algún momento de esta temporada.

Mientras, ya se ilusiona con poder regresar a los entrenamientos. Una ilusión que se alimenta aún con más con el regreso de la práctica del tenis en algunas provincias argentinas, como Corrientes, Jujuy, Salta y Catamarca la semana pasada.

"Es espectacular para esas provincias. Ojalá que la gente se siga cuidando y cumpla los protocolos para que pueda ir volviendo a su vida natural del día a día. Y ojalá próximamente pueda pasar también en Buenos Aires, pero acá es todo un poco más lento por la concentración de gente y porque hay más casos que en el resto del país", reflexiona Schwartzman. Y tira una frase que deja en claro lo mucho que extraña su deporte: "Me muero de ganas de volver a entrenar".

El fondo de ayuda y la fusión de la ATP y la WTA


La Federación Internacional de Tenis (ITF), la ATP, la WTA y la organización de los cuatro torneos del Grand Slam anunciaron a principios de mayo la creación de un programa de ayuda para los tenistas de menor ranking, afectados económicamente por el impacto de la COVID-19. Todo surgió a partir de una idea impulsada por Novak Djokovic​, que proponía que los mejores del circuito aportaran dinero para ese fin y que generó polémica, ya que no fue bienvenida por todos los jugadores top. Diego Schwartzman aplaude el objetivo de la propuesta, pero cree que hay que ajustar la ejecución.

"No es por quedar bien con las dos partes, pero estoy en el medio. Aunque yo preferiría donar esa plata a la gente que realmente lo necesita, si me das a elegir. Vivimos en un país en el que hay un montón de necesidades y si te ponés a pensar, hay un montón de tenistas en el mundo que quizás están afuera de los 200 primeros y tienen un buen pasar económico. Es un tema muy delicado y para charlar un buen rato", reflexiona el Peque.


"Estoy de acuerdo con la idea del fondo de destinar plata para los que menos reciben económicamente de la ATP, porque en la ATP claramente está muy mal repartido el dinero. Muchas veces, siendo un 200 del mundo se vive mal y eso no tendría que pasar. Entonces, si se puede hacer un análisis y ver realmente el que quiere seguir jugando al tenis, que lo intenta y que económicamente está complicado, sí creo que podríamos ayudarlo entre todos. Así además se necesitaría mucho menos dinero del que se está juntando. Yo estoy de acuerdo con el fondo y con la idea, pero no quizás con cómo se está llevando a cabo", continúa.

Otro tema que se instaló en el mundo del tenis durante el pararte por el coronavirus fue el de la posible fusión de la ATP y la WTA, que volvió a estar en boca de luego de que Roger Federer expusiera su apoyo a esa idea en un tweet.

"Sería muy positivo y creo que es la idea que tiene hoy el presidente de la ATP. Estamos en un proceso en el mundo en el que hay muchos cambios a nivel de llevar todo a mayor igualdad entre la mujer y el hombre. Y el tenis en ese sentido, es un deporte adelantado, en el que las mujeres en los torneos grandes y en algunos un poco más chicos cobran el mismo premio que los hombres. Hay torneos chicos u otros casos particulares, como el hecho de que en Sudamérica hay muy pocos torneos femeninos, en los que no. Pero en general la igualdad está bastante sostenida. Pero sería mucho mejor si se puede unir. Fusionar la ATP y la WTA haría que la venta al mercado de los dos circuitos sea más fácil. Se podría generar más plata y las empresas no tendrían que elegir entre uno y otro, sino que irían hacia los dos. Y todo eso tendría un impacto muy positivo tanto en el tenis femenino como en el masculino", analiza el porteño.
Clarín

Escrito por Administrador el dia 16:02. Tags: , . Subscribite a todas las respuestas de este post a traves de: RSS 2.0

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