El análisis de Gustavo Szpigiel del empate de la Selección 95-96 frente a México
En un partido duro, cerrado y en algunos momentos bastante ásperos, los chicos empataron 2 a 2 con México (que venía de ganarle a Estados Unidos y empatar Brasil) así que no era un partido accesible.
Ellos jugaron como todos, con el objetivo de ganarle a la Argentina. De entrada costó, pero de a poco se fueron soltando. Pudieron ganar, pero en el balance final el resultado es justo.
Creo que ahora viene la etapa en la que los chicos están adaptados a la Macabeada y se definen cosas, y seguramente pesará ese espíritu que siempre hay cuando la Selección está jugando.
Los goles fueron de Luciano Dlugovitzky de cabeza después de un corner y el otro lo hizo Agustín Mastrangelo, también después de un corner, aprovechando un rebote.
En los dos casos nos empataron casi al instante.
Como detalle, hay que señalar la gran cantidad de padres y madres de chicos mexicanos que gritaron mucho todo el partido y en algunos casos mal.
En el partido hubo roces pero no pasó de eso.
Cabe destacar que el clima de Macabeada es “fenomenal”.

