El análisis de Gustavo Szpigiel de la derrota de la Selección 95-96 por el tercer puesto

Finalmente los chicos se quedaron sin medallas.

En una Macabeada insólita donde los equipos argentinos era amplios favoritos en la zona clasificatoria ganándola con amplitud, la lluvia terminó modificando los escenarios y los chicos argentinos no se pudieron adaptar (hasta ahora, salvo la 97/98, todos los demás quedaron afuera de la final en campo).

Hoy jugaron con México, el cuerpo técnico hizo un buen trabajo de recuperación y al comenzar el partido se los pudo ver a los chicos con las ganas de una revancha.

Argentina se adueño del terreno y la pelota. Comenzó a llegar despacito hacia el arco mexicano y en un tiro libre, Cote le pegó bombeado y la pelota superó al arquero poniendo el 1 a 0.

Tuvieron más posibilidades pero así terminó el primer tiempo.

En el segundo, el partido fue un poco más parejo pero dos pelotas paradas dejaron al equipo sin el tercer puesto.

Lo dijimos ayer, el resultado es circunstancial, obviamente no se puede discutir el logro de Brasil que le ganó la final a Estados Unidos por 5 a 0, pero lo de Argentina fue para aplaudir, adentro y afuera de la cancha, con un equipo que demostró hombría y dignidad aún en la derrota, con un cuerpo técnico que trabajó desde el primer minuto a conciencia para lograr lo que hoy lograron, el saludo a los rivales en la derrota, el no pegar en el partido, el respetar las reglas, el lograr con un sólo gesto que los chicos estén juntos cuando ellos lo disponían, en definitiva que empiecen a sentir el espíritu macabeo que los llevará a lo largo de su vida por muchas Macabeadas.

Gracias a los jugadores.
Gracias al cuerpo técnico.
Gracias a todos los padres que le pusieron tanta buena onda a nuestros comentarios, que sólo intentaban hacerlos vivir un poquito a ustedes lo hermoso que vivíamos nosotros acá.

No ganaron la Macabeda, no ganaron la medalla, pero no tengan dudas que lo que ganaron los chicos es de muchísimo valor ya que pasaron a tener de amigos a jugadores que cada fin de semana usan otra camiseta.